Breve historia de la Sede del Pacífico
Puede decirse que desde los años 1950 hay indicios de un interés por parte de la comunidad puntarenense por tener en la región oportunidades de Educación Superior. Pero no fue sino hasta 1970 que se concretaron las acciones comunitarias ante los legisladores para crear en la provincia de Puntarenas un Centro Regional Universitario.
El proyecto del Centro Regional Universitario se concreta al promulgarse la Ley Ferreto o Ley del Atún, en 1975. Esta Ley dotó de contenido presupuestario permanente para financiar el funcionamiento del centro de estudios. La Universidad de Costa Rica se instala en Puntarenas como un Servicio Descentralizado de la Sede de Occidente, e inicia el ofrecimiento de los Estudios Generales y ciertos cursos básicos. En 1977, el Servicio Descentralizado es elevado al rango de División Universitaria de Puntarenas, adscrita siempre al Centro Regional de Occidente. En 1984 esta División Universitaria se transforma en Recinto de Puntarenas y en 1989 el Consejo Universitario transforma el Recinto Universitario en una Unidad Académica Especial dependiente de la Rectoría de la Universidad de Costa Rica. Finalmente, en 1992, el Consejo Universitario otorga el grado de Sede Regional del Pacífico a este centro de estudios superiores.
Entre 1979 a 1989 se implementan algunas opciones académicas a nivel de diplomado: Pesquería Náutica, Dibujo Lineal, tramo de Topografía y Educación en I y II ciclos. En 1984 se inicia la Etapa Básica de Música y unos años después, la Etapa Básica de Artes Plásticas, ambos como proyectos de Acción Social.
La separación formal del Recinto de Puntarenas de la Sede Regional de Occidente se traduce, inmediatamente, en una ampliación de las ofertas académicas. Aparte de los Estudios Generales y el ciclo básico de biociencias, se ofrecen diversas carreras, ya no sólo a nivel de diplomado, sino también de bachillerato y de licenciatura.
Durante varios años no se contó con un espacio e infraestructura propia, por lo que la Universidad de Costa Rica funcionó en las instalaciones del Colegio Técnico Profesional de Puntarenas en El Roble; luego en la Escuela Mora y Cañas, y en 1977, la Junta de Educación Superior cedió, en calidad de préstamo, el edificio de la Escuela Antonio Gámez. Aquí funcionó hasta el año 1990 cuando el terremoto de Cóbano obligó a la Universidad de Costa Rica abandonar las instalaciones de esta Escuela, la que fue declarada inhabitable por la Comisión Nacional de Emergencias.
A partir de este momento, el centro universitario logra desarrollar sus proyectos académicos gracias a la desinteresada colaboración de instituciones educativas y a la Municipalidad de Puntarenas, las cuales prestan parte de sus edificios a la Universidad. Ante esta crisis de infraestructura, el Instituto Costarricense de Puertos del Pacífico y la Municipalidad de Puntarenas coordinan acciones para traspasar unos terrenos ubicados en El Cocal de Puntarenas, propiedad de la primera, a la Universidad de Costa Rica. Este traspaso se concreta bajo la forma de donación en 1992.
Es a partir de julio de 1994 que la Sede del Pacífico cuenta con un edificio propio en su terreno en El Cocal de Puntarenas. La segunda fase del complejo infraestructural es concluida en 1996, gracias a una partida aprobada por el Gobierno de Rafael Angel Calderón Fournier de cien millones de colones. A principios de 1997 queda concluida la Biblioteca, en 2001 se cuenta con el edificio de la Soda, en febrero de 2004 se inaugura el edificio de Residencias Estudiantiles. En el año 2008 se concluye un nuevo edificio de aulas, y en el año 2010 se terminó el salón multiuso para la Etapa Básica de Música, las residencias para profesores y una bodega de suministros.
Paralelamente al crecimiento de la infraestructura de la Sede del Pacífico, ha crecido también la oferta académica, los proyectos de acción social y de investigación.
El estatus de Sede Regional, la disponibilidad de instalaciones propias, las políticas que la Universidad de Costa Rica tiene acerca de la regionalización de la Educación Superior, el apoyo presupuestario que en los últimos años ha recibido la Sede de la Administración Superior Universitaria y los recursos de la Ley del Atún, han permitido consolidar la presencia de la Universidad de Costa Rica en la Región del Pacífico Central.
Sin embargo, en el tiempo actual, la Sede del Pacífico enfrenta un nuevo reto: el crecimiento de proyectos académicos se ve claramente limitado por su espacio físico. Los terrenos en los que se encuentran actualmente la Sede mide aproximadamente 1,5 hectárea, situación que limita un crecimiento mayor de la oferta académica. Este reto será un asunto pendiente de resolver para las autoridades universitarias en los próximos años.